LA CREACIÓN GIME (Segunda parte)


LA CREACIÓN GIME


(Segunda parte)


Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. […] porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;” (Romanos 8:19-22 RVR1960)


Generalmente, cuando este pasaje es citado por la comunidad cristiana, por creación se refieren a todos los hombres que aún no habían recibido a Cristo como su señor y salvador. Como el primer capítulo del evangelio de Juan dice que quienes aceptan su nombre tienen el derecho de ser hijos de Dios, por consecuencia todos aquellos que no son hijos simplemente son catalogados como creación divina. Como se puede ver en mi entrada anterior, evidentemente no estoy en contra de esta interpretación, pero sí considero necesario ampliarla.

Es tan sencillo como leer el primer capítulo de génesis para darnos cuenta que la creación comprende desde la misma tierra que habitamos, hasta los animales, plantas y personas que en ella hay. La creación fue entregada a la humanidad para su administración, por eso Dios les dijo: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”(1) Desde ese momento todo en el planeta fue puesto bajo nuestro cuidado y es justo en este punto donde invito a la reflexión.

Cuando se dice que la creación gime, no se refiere únicamente a los humanos que sin Cristo están perdidos, incluye también a todos los animales, plantas y recursos naturales que están sufriendo por nuestra mala administración, es aquí donde a los cristianos nos falta entrarle al tema, a lo que se conoce en el mundo secular como Desarrollo sustentable. Significa que evidentemente debemos satisfacer nuestras necesidades, como alimento, vestido y habitación, solo por nombrar las más básicas, de los recursos naturales sin comprometer su futuro.

Si en verdad creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, deberíamos tomar con más seriedad la consigna de sojuzgad la tierra e incluirle un sentido ecológico. Tomemos autoridad en este mundo con responsabilidad. Desde los eventos que organizamos en los que generemos basura al por mayor, pasando por la publicidad y los famosos desechables, hasta implementando medidas ecológicas dentro de nuestros hogares. Supe de una iglesia que en un domingo regular con aproximadamente setenta asistentes usaron más de doscientos vasos desechables para tomar solo agua natural. 

Con esto no quiero promover ni busco apoyar corrientes animalistas y ecológicas radicales que han colocado a los animales y a la naturaleza antes que al hombre, llegando, desde mi punto de vista, a la idolatría. Pero sí reconozco que las personas pertenecientes a estos grupos sienten la necesidad de cuidar del planeta y todo lo que hay en él porque está en su naturaleza, porque desde que fuimos creados por Dios nos dejó la consigna de cuidar su creación. Sin embargo, sí quisiera promover una actitud menos indiferente hacia la naturaleza y a la relación que tenemos con ella. 

Seamos autocríticos y evaluemos si hemos sido buenos administradores de la creación. Si el amor de Dios está en nosotros debe movernos a una actitud más positiva con nuestro entorno natural, creo que en ese amor no cabe el maltrato animal, pues cómo es posible llamarnos cristianos y que haya entre nosotros quien se atreva a maltratar un animal. Definitivamente no creo que las personas estén obligadas a tener mascotas si no lo desean, pero si deberían de sentirse moralmente obligadas a tener un trato respetuoso con aquello que Dios hizo.

La creación gime, y cómo no escuchar ese gemido al ver un cielo gris contaminado, cómo no escuchar ese gemido al saber que una especie más se sumó a la lista de animales extintos debido a la caza indiscriminada, o cuando vemos a un animal maltratado, cuando sabemos que los bosques están desapareciendo por la tala e incendios provocados. Gime cuando los ríos y lagos se contaminan o secan. O el gemido no es suficientemente claro cuando los animales marinos mueren por el consumo de plástico.

No podemos ser indiferentes ante los problemas que hay en este mundo, la creación gime, pero no para siempre, porque está esperando que los hijos de Dios nos manifestemos, espera que actuemos para su bienestar en busca de soluciones. Está esperando que dejemos la pasividad e indiferencia. Así como muchos se han mostrado socialmente activos presionando al gobierno en contra de leyes que consideran inmorales, de la misma forma debemos hacer presencia como comunidad para que nuestras autoridades creen leyes que protejan la naturaleza y promuevan el desarrollo sustentable. 

Cristo vino a redimirnos de la maldición(2) para que pudiéramos “liberar a la creación de la esclavitud de corrupción.”(3) Que el cambio inicie por uno mismo no es suficiente, debemos de actuar como comunidad enseñando a las siguientes generaciones a tener un trato más respetuoso con el medio ambiente, debemos buscar líderes que reflejen la gloria de Dios tanto en los incrédulos como en la naturaleza, debemos presionar a las autoridades a que legislen en favor del maravilloso regalo dado por Dios, que es el planeta tierra.

Mary Carmen Olague


1Génesis 1:28 RVR1960
2Gálatas 3:13
3Romanos 8:21


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