¿CÓMO MANTENER VIGENTE EL EVANGELIO?


¿CÓMO MANTENER VIGENTE EL EVANGELIO?




Sanen enfermos, limpien leprosos, resuciten muertos y expulsen demonios. De gratuitamente lo que gratuitamente recibieron.
Mateo 10:8 RVC



Somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros para reconciliar a la humanidad con Dios.1 Es uno de los propósitos –no el único– con el cual cada cristiano continua en este mundo, esa es la famosa gran comisión, Jesús nos mandó a todo el mundo para hacer discípulos en sus enseñanzas.2

Por un lado, en la actualidad es muy sencillo transmitir el evangelio gracias a las diversas plataformas otorgadas por la tecnología, podemos compartir el mensaje ya sea por imàgenes en Whats app o Facebook, subiendo vídeos a Youtube o colgando información en la red, por lo que podría parecer que la predicación del evangelio se ha vuelto más accesible.

Desafortunadamente, mientras la tecnología y el conocimiento científico avanzan lo que se complica no son los medios para transmitir el mensaje, sino que el reto está en convencer a otros de su veracidad. Cada vez aumentan las personas con el corazón endurecido que cuestionan las verdades divinas, a ellos difícilmente podremos predicarles con un: “la Biblia dice...”

Entonces ¿cómo mantengo vigente el mensaje del evangelio en un mundo de duro corazón? Hay quienes han optado por cambiar las formas de predicar aprovechándose de la tecnología y de las modas, ofreciendo servicios aparentemente más atractivos para los jóvenes, otros han incorporado en sus mensajes estrategias de oratoria y marketing para lograr un discurso persuasivo.

En lo personal, considero que el asunto no tiene que ver tanto con renovarse y adaptarse a las modas con respecto a cómo se transmite el mensaje. Con esto no quiero decir que necesariamente esté en contra de modernizar la música con que se alaba a Dios ni de incorporar equipo de luz y sonido en los servicios ni mucho menos, si lo anterior se hace para la gloria de Dios es bueno. El problema es que se usen esas estrategias pensando que así se atraen más creyentes cuando no es así, pues la transformación del individuo solo se da a través del Espíritu Santo pues él es quien convence de pecado, de juicio y de justicia.3

Por lo tanto, la clave del ministerio de la reconciliación no está tanto en la forma del mensaje, sino en su fondo. Debemos estar convencidos que su contenido continua siendo tan poderoso como en el inicio porque es el mismo poder de Dios quien lo sustenta. Pero no lograremos transmitir está idea tan compleja y poderosa a través de discursos elocuentes y persuasivos, sino dando de gracia lo que de gracia recibimos. Todos llegamos al conocimiento de Cristo por una necesidad no resuelta, ya fuera personal, de salud o de finanzas y permanecimos debido a que descubrimos el poder de Dios no solo para resolver esa necesidad, sino todas las que se han presentado desde entonces hasta la actualidad, en otras palabras, hemos permanecido en el evangelio porque encontramos a un Dios vivo y no solo una doctrina más.

Por eso tengamos en cuenta que fuimos reconciliados con Dios debido a que comprobamos a través de la experiencia la realidad del evangelio y es justo ahí donde está la clave para dar de gracia lo que gratuitamente recibimos. Hay quienes piensan que necesitan años de preparación para predicar el evangelio o que requieren de un testimonio intachable antes de salir a compartir el mensaje, pero si el asunto fuera así de estricto los púlpitos estuvieran vacíos.

Dar de gracia es tan sencillo como compartirle a otro lo que a ti te bendijo ¿Estabas enfermo y recibiste sanidad? Ora por los enfermos para que consigan la misma sanidad que a ti te fue dada a través de Jesucristo. ¿Estabas quebrado y después de conocer a Cristo tus finanzas se sanaron? Hay muchos pasando por crisis económicas que necesitan del mensaje que a ti te fue dado. ¿Tenías una pésima relación con tu cónyuge, tus padres o tus hijos antes de Cristo y ésta fue restaurada gracias al poder del evangelio? Comparte a familias divididas para que reciban restauración.

Se trata de presentar al Dios vivo que nos habita y que es poderoso para restaurar la vida de cualquiera que le busque. Tal vez hoy en día sea complicado convencer a otros de buenas a primeras que la Biblia es la Palabra de Dios, pero también es una realidad que hay muchos necesitados del mensaje de salvación y que solo necesitan ser presentados no tanto ante el Dios de la letra y sino ante el Dios que trae vida y vida en abundancia.4

Por eso Pablo decía que no se avergonzaba del evangelio porque es poder de Dios.5 Estamos hablando de un poder real que continua vigente que es efectivo para solucionar los problemas de la actualidad y no de un discurso para modernizar. Sanemos enfermos, resucitemos muertos, expulsemos demonios, hablemos nuevas lenguas creyendo que estas señales nos siguen,6 pues ¿quién podrá resistirse ante la manifestación del poder de Dios?

Llevemos el mensaje del evangelio para dar buenas nuevas a los pobres, para sanar a los quebrantados de corazón, para traer a libertad los cautivos y para dar vista a los ciegos.7 Son promesas que no solo se manifiestan en el plano espiritual ni en sentido figurado, se trata del poder de Dios que se hace real en aquellos que creen. Estamos hablando de bendiciones tangibles que dan evidencia del Dios vivo al que servimos.

Mary Carmen Olague


1 2 Corintios 5:20
2 Mateo 28:19
3 Juan 16:8
4 Juan 10:10
5 Romanos 1:16
6 Marcos 16:17-18
7 Lucas 4:18

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