LA JUSTICIA DIVINA (Descansando en Dios)
LA JUSTICIA DIVINA
(Descansando en Dios)
Encomienda
a Jehová tu camino, y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la
luz, y tu derecho como el mediodía.
(Salmo
37:5-6)
A lo largo de mi vida, siempre que me
enfrentaba ante alguna injusticia en mi contra mi madre solía decirme —No te
preocupes, Dios exhibe tu justicia—. Pasaron años hasta que pude memorizar en
qué porción de la Biblia se encontraba este pasaje, pero ello no impidió que se
volviera una verdad en mi vida. Verdaderamente, aprendí a encomendar mi camino
a Dios en los momentos de injusticia y siempre he podido ver como él ha
exhibido mi justicia. Nunca me ha fallado.
La lógica natural nos invita a buscar venganza
cuando nos sentimos ofendidos o atacados, sin embargo, Dios enseña a través de
su palabra que confiando en él tenemos la seguridad de tener resueltos nuestros
problemas, en especial cuando han sido provocados por terceros:
No os
venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios;
porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor. (Romanos
12:19)
Es cuestión de descansar en él confiando en que
en algún momento nuestra justicia será exhibida sin necesidad de buscar
venganza. Tomar la justicia en nuestras manos, generalmente conduce al
engrandecimiento de los problemas más que a su resolución.
Si
alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti conspirare,
delante de ti caerá. (Isaías 54:15)
Tal vez, estos pasajes son difíciles de creer
si son vistos desde un ángulo equivocado, porque pueden parecer una invitación
a la pasividad e indiferencia. Aunque no lo son. ¿Cómo alguien que está
atravesando por una situación de injusticia puede creer que Dios solucionará
sus problemas quedándose de brazos cruzados? Porque no se trata de cruzar los
brazos sino de tener fe.
Estos pasajes no son una enseñanza
contemplativa para los momentos de adversidad sino una invitación a creer en el
Dios todopoderoso, a quien podemos encomendar nuestro confiando en que él hará
todo lo necesario para que la justicia obre a nuestro favor cuando así deba
serlo. En vez de pensar estos pasajes desde un ángulo contemplativo oremos con
ellos creyendo en la veracidad de Dios para nuestras vidas. Los que llevamos
algo de tiempo —tal vez poco, pero suficiente— comprobando el poder de la oración
sabemos que es más poderoso invertir tiempo orando en estos pasajes que desgastándose
en pleitos.
Quien carece de fe y de revelación en la palabra
puede considerar la oración como una pérdida de tiempo, pero aquel que se ha
ejercitado en la fe sabe que el poder de Dios se manifiesta cuando se invoca su
nombre y su palabra, tiene la certeza y la seguridad que todo lo que pida al
Padre en el nombre de Jesús será hecho, porque así nos fue prometido (Juan
14:13-14). Así que, en vez de desgastarnos en busca de la venganza
confiemos en la justicia divina, descansemos en Dios confiando en que su palabra
se cumple en nosotros.
Mary Carmen Olague
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