CUIDA LO QUE ESCUCHAS
CUIDA LO QUE ESCUCHAS
La actual contingencia nos ha colocado de frente con
teorías conspirarías, desinformación, fakenews, sobreinformación y demás, que
son imposibles de dirigir. En lo personal, tal vez por mi formación académica,
me inclino un poco más a la información generada en el mundo científico porque
es la que muestra los métodos que emplearon para obtener sus resultados,
fácilmente entendibles a quienes saben leerlos. Sin embargo, no descarto que
toda información puede ser falseable, cualquiera puede editar un video y hacer
que tenga coherencia la teoría más desquiciada, cualquiera nos puede mentir, ya
sea que se trate de medios oficiales o de fuentes ‘alternativas’.
Por ello, cualquier teoría, propuesta o noticia, la tomo
con muchas reservas, sobre todo, porque mucha de la información que circula en
las redes, parece encaminada a que vivamos con temor. Efectivamente hay un nuevo
virus desconocido para todos, que nos obliga a vivir con nuevas precauciones
que antes no considerábamos. Sin embargo, los creyentes debemos tener cuidado de
no caer en el juego de ser atemorizados por aquello que vemos o escuchamos sin
importar qué tan amenazante sea, recordemos que
El temor del hombre pondrá lazo; Mas el
que confía en Jehová será exaltado. (Proverbios 29:25)
El temor nos paraliza e impide que sigamos adelante.
Estamos viviendo ante un mundo tan lleno de incertidumbre, que verdaderamente nos
muestra como única alternativa a Cristo, sólo en él podemos confiar, sólo en él
hay salvación, sólo en él está la bendición. No olvidemos que Dios continúa
siendo el mismo y sigue teniendo el mismo poder que empleó cuando sacó al
pueblo de Egipto. Lo sostuvo cuarenta años en el desierto, es el mismo que
resucitó a Jesús de los muertos y el mismo que continúa llevando a sus hijos de
gloria en gloria en la actualidad.
Pero ese convencimiento sólo puede venir por fe. El mundo
de noticias, ideas, discursos, teorías conspirativas y demás que andan
circulando por ahí, si las dejamos anidar en nuestro corazón, sólo nos llevarán
a engendrar temor y a paralizarnos. No está mal informarse, pero el exceso de
noticias puede generar más ansiedad que bien, incluso, ya hay estudios
seculares hablando sobre el tema. Cuidemos de no alimentar aquello que nos
puede hacer caer, por eso Jesus dijo:
Por tanto, si tu mano o tu pie te es
ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o
manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno. Y si tu
ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un
solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego. (Mateo
18:8-9)
Este pasaje no es una invitación a la automutilzación, sino
que es una alegoría que nos invita a cortar de nuestro camino todo aquello que
nos haga caer. Recordemos que toda falta de fe es pecado (Romanos 14:23).
Si las noticias te hacen dudar del poder sanador de Dios, entonces ponles pausa
por un momento. Si el escucharlas te convences de que Dios no puede ser tu
proveedor, entonces detente por un momento, si las teorías conspirativas te
están haciendo creer qué hay hombres más poderosos que Dios, aléjate de ellas.
Si, infórmate. Pero no dejes que la información sea más
grande que Dios. La única forma de mantenernos firmes en la fe, a pesar del
mundo de ideas que nos quieren alejar de Dios, es en su palabra, alimentándonos
diariamente de ella. No dejemos que esta contingencia nos aleje de ella, podrán
cerrar los templos de ladrillo, pero nosotros mismos somos templo del Espíritu
Santo (2 Corintios 6:16), así que busca la forma de seguirte alimentando,
porque…
Así que la fe es por el oír, y el oír, por
la palabra de Dios.
(Romanos 10:17)
Mary Carmen Olague
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