AYUDA
AYUDA
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Imagen: Thinkstock |
Por
lo tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para
alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda.
Hebreo
4:16 RVC
Es
un hecho que a lo largo de la vida encontraremos retos, dificultades
y problemas, muchos de los cuales jamás podremos resolver por
nosotros mismos. Pero, cuando de problemas personales e íntimos se
trata, solemos cargar con muchos prejuicios que nos estorban para
solicitar ayuda, generalmente el orgullo nos lleva a pensar que
podemos resolver por nosotros mismos algo que las circunstancias nos
están demostrando que no. En otras ocasiones el miedo a ser juzgados
o rechazados nos frena para solicitar la ayuda que probablemente
hemos necesitado por mucho tiempo.
Este
pasaje nos enseña que Dios está dispuesto a recibirnos en nuestros
momentos de dificultad sin importar la gravedad del asunto. Es común
que gracias a nuestra misma naturaleza nos envolvamos en situaciones
dañinas de las cuales se vuelve más difícil escapar con el paso
del tiempo, muchas las dejamos crecer porque creemos que solos las
podemos resolver, pensamos que nuestra fuerza y sabiduría son
suficientes para solucionarlas. Sin embargo, sucede lo contrario y
terminamos más hundidos en los problemas en vez de solucionarlos y
solemos correr en busca de ayuda cuando verdaderamente hemos tocamos
fondo.
No
es necesario llegar a ese punto, acerquémonos al trono de la gracia,
acerquémonos a Jesús con la confianza de que encontraremos
misericordia. Él no está esperando que nos acerquemos para echarnos
en cara la lista de nuestros errores, quiere que lo busquemos para
darnos la solución que probablemente hemos estado buscando por mucho
tiempo. Al acercarnos a su trono, no solo hallaremos misericordia
para perdonar nuestras faltas, también nos encontraremos con su
maravillosa gracia que nos dará las soluciones que no merecemos, nos
regalará los medios para salir adelante para dejar los problemas atrás.
Pero
es nuestra decisión, hay que dejar el orgullo y el temor para
encontrar en su misericordia y gracia la ayuda necesaria. Este pasaje
nos enseña que la ayuda no llega por sí misma sino que debemos ir a
buscarla, se trata de decidir dejar atrás todos nuestros prejuicios
y comenzar a confiar en que Dios tiene la solución a nuestros
problemas. No dejemos que el orgullo siga creciendo junto con los
problemas que no hemos podido resolver, no dejemos que el temor se
interponga entre mi necesidad y Dios.
Te
invito a conocer a un Dios misericordioso que ha decidido olvidar
todas tus fallas,1
te invito a conocer a un Dios que desea ayudar en vez de castigar,
probablemente te sorprendas y encuentres la fuente del amor
inagotable. Acerquémonos a su trono para sanar las viejas heridas
que a pesar del tiempo aun duelen, para soltar cargas que nunca nos
han correspondido, para olvidar el pasado. Acerquémonos al trono de
la gracia para encontrar descanso.
Mary Carmen Olague
1Isaías
43:25
Excelente MaryCarmen ... De acuerdo. Gracias
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