Entradas

Mostrando entradas de abril, 2021

NUNCA ES TARDE PARA INICIAR DE NUEVO

Imagen
  NUNCA ES TARDE PARA INICIAR DE NUEVO Vía: freepng En un mundo ideal, no cometeríamos errores y podríamos aprender, incluso de las experiencias ajenas sin la necesidad de batallar. Pocas personas son lo suficientemente maduras para aprender de las experiencias ajenas, de modo que, siguen siendo la mayoría los que aprenden a base de errores. Entonces, la clave no está en nunca equivocarse, sino en seguir adelante a pesar de ello, sabiendo que podemos caernos muchas veces y levantarnos de todas (Proverbios 24:16) . Lo que nos hace crecer es que avancemos a pesar de las caídas y que no permitamos que ellas nos alejen de Dios. Es común que la culpa nos envuelva, haciéndonos pensar que no somos dignos de acercarnos de vuelta ante su presencia. Dios sabe cuáles son nuestras áreas de mejora, él sabe en dónde necesitamos ayuda, por eso, si aceptamos el sacrificio que Jesús hizo por nuestros pecados, estamos perdonados, de todos los errores cometidos y por cometer, porque Jesús es “el Cord

VOLVIENDO COMO EL HIJO PRÓDIGO

Imagen
  VOLVIENDO COMO EL HIJO PRÓDIGO   Imagen Vía: <a href="https://es.lovepik.com/images/png-affection.html">Afecto Png vectors by Lovepik.com</a> Sería maravilloso que al hacernos hijos de Dios permaneciéramos tomados de su mano por siempre. Desafortunadamente, por la necedad, algunos nos alejamos en cierto momento creyendo que podemos seguir adelante en nuestras propias fuerzas, solo para aprender —a la mala— que no es así. Las razones para alejarse de Dios son muy diversas, a algunos les sucede sin notarlo y regresaron la mirada al punto de retorno creyeron imposible retomar el rumbo. Algunos, le atribuyen a Dios las consecuencias de sus malas decisiones, como si él las hubiera motivado. Otros, creen que los errores sumados son una barrera para acercarse de nuevo al Padre, como si él no estuviera interesado en tenerlos de vuelta.   Independientemente de las razones y los porqués, a través de “La parábola del hijo pródigo”  (Lucas 15:11-32)  Jesús enseñó