ESCOGIENDO BATALLAS
ESCOGIENDO BATALLAS
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Vía: http://filoconninios.blogspot.com/2017/06/5-grado-el-consenso.html |
Gracias al internet y a las redes sociales
todos podemos exponer nuestra opinión sobre prácticamente cualquier tema, lo que
motiva a opinar sobre todo y más cuando algún asunto se reviste de polémica. Pero
así como nosotros tenemos libertad de expresión también la tienen los otros, es decir, aquellos que tienen
posturas completamente distintas a las nuestras. Esta diversidad de opiniones,
sumada a la exposición generada debido a las redes sociales, nos hace susceptibles tanto a ser ofendidos como a ofender.
Redes sociales, libertad de expresión y
diversidad de opiniones parecen ser los ingredientes perfectos para una batalla en
la que nunca hay ganadores. La tentación de participar de cualquier discusión
tanto dentro como fuera del campo digital nos llama todos los días; por esa razón,
éste texto tiene como objetivo invitar a la reflexión para escoger el silencio
en vez de la batalla en la medida de lo posible. Se titula “Escogiendo batallas”
porque considero que hay luchas que no valen la pena enfrentar aun cuando se tenga
la razón, a veces, por conservar la paz y el corazón de otros vale la pena
callar, no porque se esté equivocado, sino porque el silencio tendrá mejores
beneficios a largo plazo.
“En
muchas palabras no falta el pecado; más el que refrena sus labios es prudente.”
[1]
Pensar que tenemos la razón, aunque muchas
veces no sea así, nos puede llevar a hablar de más y a ser ofensivos, pensemos
en las veces que hemos ofendido a alguien solo por demostrarle que se
encontraba equivocado. Muchas veces
es prudente guardar silencio para evitar herir sentimientos sobre todo si se
trata de personas que apreciamos. Cuántas veces el coraje lleva a la ofensa, de
modo que, nunca se solucionó aquello que se defendía.
“El
que ahorra sus palabras tiene sabiduría; de espíritu prudente es el hombre
entendido.”[2]
El ejercicio de ahorrar palabras implica
pensar antes de hablar. La prudencia implica posponer discusiones hasta que
puedan ser llevadas en sabiduría. Con este texto no trato de promover mártires capaces
de soportar cualquier ofensa, guardándose sus pensamientos siempre en beneficio
de los demás. En realidad se trata de ser más reflexivos y escoger nuestras
batallas, hay causas por las que vale la pena pelear, y hay otras, que
simplemente es más valioso perderlas en aras de la paz.
“Aun
el necio, cuando calla, es contado por sabio: El que cierra sus labios es
entendido.”[3]
Saber cuando callar es reflejo de
sabiduría. A veces se discute, más por presumir de inteligencia que por
necesidad y creemos que muchas palabras o argumentos muy elocuentes demuestran
nuestra capacidad intelectual, sin embargo la Biblia nos enseña lo contrario, mostrándonos
que la mejor muestra de sabiduría consiste en saber cuándo callar y cuándo
hablar.
“El
que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.”[4]
Esa es la otra cara de las batallas que
muchas veces no consideramos, empezar discusiones que nos pueden llevar a
callejones argumentales sin salida causa más angustias que beneficios. La
próxima vez que busquemos defender la razón, hagamos un alto para reflexionar
si vale la pena la angustia que genera el pleito, o si simplemente es mejor
tener algo de paz en lugar de la razón.
El tercer capítulo de Santiago inicia
enseñándonos el mal que podemos hacer al hablar de más. Muchas veces con el
afán de demostrar que tenemos la razón no pensamos en el daño que nuestras
palabras pueden causar e iniciamos batallas en las que nadie resulta ganador.
No es malo estar en lo correcto, no es malo tener la razón, pero cuando
se hace mayor bien callando que hablando, entonces es necesario ser prudentes y
escoger el silencio. Escojamos aquellas batallas que verdaderamente valen la
pena pelear y escojamos la paz en la medida que nos sea posible. Aprendamos a
guardar silencio.
Mary Carmen Olague
[1] Proverbios 10:19 RV1960
[2] Proverbios 17:27 RV1960
[3] Proverbios 17:28 RV1960
[4] Proverbios 21:23 RV1960
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